
La música demasiado alta a horas que no corresponden, una fiesta en casa, la mascota de un vecino que ladra demasiado, el impago de las cuotas de la comunidad, algún vecino que siempre fuma en el ascensor y tantos otros temas que pueden surgir en torno a una comunidad de viviendas y que se tornan en conflicto.
Muchos de estos de estos problemas acaban en denuncias, aunque siempre es preferible intentar dialogar con el vecino que está provocando o resultando una molestia y llegar a una solución entre todas las partes.
Pero para evitar estos inconvenientes, vamos a desgranar algunos de estos problemas más comunes que afectan en las comunidades de vecinos y cuál es la normativa que se aplica para saber hasta dónde podemos actuar.
Medidas contra el ruido
El sentido común nos dice que no podremos hacer ruido más allá de las 12 de la noche, y es el límite también que por lo general tiene la Policía municipal antes de dar un toque de atención en una vivienda. Sin embargo, la normativa de ruidos dependerá de cada ayuntamiento.
También están los ruidos que generan las obras, y que son fuente de conflicto en la mayoría de casas. En este sentido, bastará con que el presidente de la comunidad esté informado y coloque un cartel en el portal indicando cuánto van a durar las obras y los horarios de los trabajadores.
Si por otro lado, el problema del ruido viene porque un vecino toca un instrumento habrá que hacer un esfuerzo entre todos para ser lo más empáticos y tolerantes posibles. Los vecinos afectados pueden hablar con el dueño del instrumento para pactar unas horas a las que pueda ensayar y sean las menos molestas para el resto de vecinos.
Fiestas en casa
La mayoría hemos celebrado alguna vez una fiesta en nuestro hogar, una comida familiar para celebrar un cumpleaños, una pequeña cena con amigos o cualquier otro evento que implica que hay gente en tu casa y que por lo tanto, por muy cuidadosos que seáis se va a notar. En este caso, lo mejor es avisar a los vecinos, y por supuesto, tener en cuenta los horarios. Por muy raro que parezca en principio, si avisas a los vecinos de que vas a celebrar en casa una pequeña fiesta y que intentaréis no molestar, no se pondrán tan nerviosos y verán el gesto como una muestra de respeto a los demás vecinos. Puedes hacerlo mediante una tarjeta con la información y tú número de teléfono, por si surgiera cualquier problema, dejándosela en el buzón.
Enfrentarse a los impagos
Con la crisis acuciante que sufre este país desde hace años era casi imposible que no afectase también a las comunidades vecinales, ya que cada día son más los impagos por derramas o gastos de comunidad. Tanto si somos nosotros los que no podemos hacer frente al pago, como si se trata de otro vecino lo más recomendable es no esconderse, y afrontarlo por duro que sea el problema. Si se está pasando por un mal momento y no se puede hacer frente a un pago, podemos intentar hablar con el presidente de la comunidad para buscar un aplazamiento, o incluso de una rebaja de la cuota, hasta que la situación te permita pagarla al completo. Se trata de que vean tu buena voluntad y que no tratas de escaquearte de un pago.
En el caso de que existan morosos porque no están de acuerdo en pagar una determinada derrama o no están al corriente de los pagos, será tarea del presidente de la comunidad avisar a esos vecinos. Incluso si el conflicto persiste y sólo queda la alternativa de acudir a los tribunales, tendrá que ser la decisión de toda la comunidad.
Los amantes de los animales
Los perros que causan molestias suelen ser otro de los conflictos más comunes entre vecinos, tanto si se vive en un piso en propiedad como en pisos de alquiler. Una vez más, la lógica y el sentido común nos dicen que los responsables de la mascota deberán evitar que esta realice cualquier actividad insalubre o nociva en las zonas comunes, como que hagan sus necesidades en el portal, ya que habría que recogerlas de inmediato.
Así como también es importante llevar al animal atado en zonas comunes, puesto que los perros no gustan a todo el mundo e incluso muchas personas les tienen fobia.
Respecto al ascensor, y que este sea utilizado por el dueño del perro y otro vecino a la vez, hay que señalar que no existe ninguna normativa legar que impida a estos animales utilizarlo, pero lo más adecuado es que, si coincidimos con un vecino al que le produce cierta incomodidad, molestia o fobia nuestro perro, le cedamos el ascensor.
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